El Esportito

lunes, 8 de agosto de 2011

El tricolor naturalizado (publicada en 2007)


Mientras unos dicen que los jugadores naturalizados le roban un lugar en la selección mexicana a un futbolista nacido en el país, otros argumentan que son bienvenidos si demuestran que pueden aportar más fútbol en su posición que los mexicanos en el tricolor.

En el Mundial del 2002 celebrado en Corea y Japón, Javier Aguirre, en ese entonces entrenador de la selección mexicana, convocó para sorpresa de muchos al jugador naturalizado Gabriel Caballero, quién tuvo un buen desempeño en el “Tri” cuando se le requirió, pero las reacciones en los medios no fueron buenas, pues se dijo constantemente que Caballero no era mejor jugador que muchos de los que se habían quedado con las ilusiones de acudir a la justa en tierras orientales.

Posteriormente, Ricardo Lavolpe en su etapa como técnico nacional, decidió llamar a Antonio Naelson “Sinha” y para el último mundial en Alemania a Guillermo Franco.  Lavolpe recibió fuertes críticas por llevar al “Guille” y dejar fuera de la convocatoria a Cuauhtemoc Blanco y Adolfo Bautista.

Los medios de comunicación, jugadores, entrenadores y principalmente Hugo Sánchez, quien sería su sucesor en el puesto, se resignaron a aceptar las decisiones de Ricardo y solamente se dedicaron a crear un ambiente negativo en el conjunto nacional previo a la justa.

En los últimos días pareciera que al “Pentapichichi” se le olvidaron todas sus declaraciones ante el tema de los naturalizados y optó mejor por dejar la puerta abierta a los naturalizados. Los primeros jugadores naturalizados que han levantado la mano para jugar en el Tricolor de Hugo, son el medio campista Leandro Augusto de Pumas y el delantero Matías Vuoso del Santos de Torreón.

Ante esta situación, el medio futbolístico mexicano se encuentra en el eterno debate de si Hugo Sánchez debe convocar a los naturalizados o jugársela con el talento mexicano.

Como soñar no cuesta nada, a continuación les presentaré una lista de jugadores quienes también podrían naturalizarse y jugar con la selección mexicana, ya que nunca han tenido actividad con alguna otra escuadra nacional en fechas y torneos FIFA.

Imaginemos en la portería a Federico Vilar, portero del Atlante, quien en su natal Argentina casi nadie lo conoce, pues profesionalmente se inició en la división de ascenso de nuestro país con Zitácuaro y después con Acapulco, ambas filiales del Atlante. Es claro que Guillermo Ochoa tendría que trabajar y exigirse mucho más por mantener la titularidad en la selección, además de que aprendería mucho del liderazgo, la seguridad, técnica y experiencia con la que cuenta el portero “goleador” Federico Vilar.

Los mejores defensas extranjeros que militan en clubes mexicanos en la actualidad, ya han tenido actividad con alguna selección, tales como Felipe Baloy con Panamá, Paulo Da Silva, Julio Cesar Cáceres, Carlos Bonet y Darío Verón con Paraguay e Ismael Fuentes y Ricardo Rojas con Chile, por lo que dejaremos que los mexicanos se desempeñen en está posición.

El medio campo mexicano estaría integrado por Cristián “El Chaco” Jiménez, talentoso volante del Pachuca que ha demostrado ser de los mejores jugadores extranjeros de los últimos años, acompañado con el incansable corazón “Puma”, Leandro Augusto, el desequilibrante Damián “La Chilindrina” Álvarez y Daniel Ludueña en los trabajos de creación.

La delantera, a diferencia del tricolor actual, sería el puesto más peleado y con mayor talento, con jugadores como el goleador de la comarca Matías Vuoso, el próximo jugador de la pandilla Robert de Pinho, quien con el Atlas demostró su capacidad anotadora, el jaguar Javier Cámpora y Guillermo Franco que vive sus mejores momentos en el Villarreal de España.

Muchos de estos tienen mejor nivel que algunos de los jugadores seleccionados por Hugo Sánchez en competiciones anteriores, pero en verdad estos grandes jugadores ¿sienten la camiseta nacional mexicana?, a cuantos de ellos les gustaría ponerse la verde solo por que en su país de nacimiento, Brasil o Argentina, difícilmente estarían convocados y no porque en realidad sientan los colores mexicanos.

Solo Hugo Sánchez podrá decidir si los naturalizados juegan o no en nuestra selección, pero como un día dijo Fernando Quirarte: “ Prefiero perder con 11 mexicanos, que ganar una copa del mundo con 11 naturalizados”.

A final de cuentas sea cual sea la decisión, la afición del país siempre apoyará a la selección nacional de futbol, tenga o no tenga naturalizados.

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