El Esportito

martes, 9 de agosto de 2011

Celtics vs Lakers (publicada en 2008)


“Los buenos equipos se convierten en grandes equipos, cuando sus miembros confían recíprocamente lo suficiente para reemplazar el yo por el nosotros”. Palabras de Phil Jackson, coach de los Lakers de Los Angeles.

No se necesitaba ser un adivino para entender que en esta temporada, el destino quería ver en la final a las franquicias más poderosas y respetadas de la NBA.

Desde el inicio de la campaña, los Celtics de Boston conformaron un equipo de antología, que pieza por pieza parecía indestructible y arrasador, y lo fue durante los 82 juegos de la temporada regular, siendo el equipo con mayor cantidad de victorias. 

El “Big Three”, como le llaman al temible trío integrado por Kevin Garnett, Ray Allen y Paul Pierce llevaron a los Celtics a ser el equipo a vencer en los playoffs y ahora en la final tienen la consigna de ganar la corona del presente año.

Caso muy diferente el de los Lakers de Los Angeles, que a pesar de contar con Kobe Bryant, el mejor jugador de la liga desde el retiro de Michael Jordan, sus expectativas al inicio de la temporada no eran las de llevarse el titulo, pero con la inclusión a media temporada del español Pau Gasol, el equipo dirigido por Phil Jackson tomó una fuerza que supieron manejar el resto de la temporada para ser los primeros de su conferencia y a colarse con facilidad en la postemporada para llegar al duelo final.

El recorrido de los Celtics fue más complicado en la postemporada, estuvieron al borde de la eliminación frente a los Cavaliers, pero con la experiencia de sus figuras en coordinación con el estratégico juego de Doc Rivers, salieron avantes en cada batalla.
Para los aficionados es la final soñada, la carga histórica contenida en estos duelos es inmensa y sólo el equipo que mejor sepa aprovechar los errores del contrario se llevará la serie.

Los primeros dos juegos fueron para los de Boston, con la presencia que se necesita en estas instancias, Garnett se adjudicó el papel de mandamás en la defensa y literalmente secaron a los angelinos. Del otro lado, el errático cuadro bajo de los Lakers y la poca aportación de los suplentes hicieron que los de Boston se pusieran adelante y obligaran a responder a unos irreconocibles Lakers.

El tercer juego en el Staples Center fue muy diferente, ante la mirada de David Beckham, Jack Nicholson, Sylvester Stallone, entre otros famosos. Kobe Bryant hizo valer su nombramiento del jugador más valioso de la temporada y auténticamente como héroe se echó al hombro al equipo y ejecutó como los grandes, defendiendo su cancha como nunca antes, dejando al peligroso Paul Pierce en cifras ridículas, dando una lección de compañerismo y finalmente haciendo arte del liderazgo que tanto lo caracteriza. Lamar Odom, Pau Gasol, Derek Fisher aún no han aparecido como en partidos anteriores y deben hacerlo lo antes posible si no quieren que los de Boston ganen su primer titulo, desde la época del mítico Larry Bird.

El veterano coach de los Lakers, Phil Jackson debe aplicar la misma dosis en lo que resta de la serie, jugar con un cuadro pequeño que le permita rotar el balón con facilidad, buscar hacer daño por medio de tiros de larga distancia y olvidarse un poco de la pintura, pues en los últimos juegos hemos sido testigos de que los dueños de los rebotes han sido los verdes.

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