El Esportito

martes, 9 de agosto de 2011

The Special One (publicada en 2008)


Es muy complicado analizar las miradas de aquellas personas que llegan a cambiar el rumbo de un equipo y lo es mucho más, para aquellas que no tienen la capacidad de entender las numerosas virtudes que tiene un entrenador como José Mourinho.
En el último año como “blue”, Mourinho estuvo expuesto a todo tipo de críticas, desde las que provenían de los jugadores y entrenadores de los clubes adversarios, los diversos medios de comunicación y hasta las que venían de su propio equipo, específicamente hablo del magnate ruso y dueño del Chelsea, Roman Abramovich.
En su etapa en el Oporto, Mourinho ganó la Liga de Campeones sin problemas, además conquistó dos Ligas Portuguesas, una Copa portuguesa y una UEFA, todas ellas logradas en el plazo de dos temporadas.
En 3 años como entrenador del club inglés Mourinho ganó dos campeonatos de Liga, dos Copas de Inglaterra y dos Copas de la Liga.
Son muy pocos los entrenadores que pueden presumir el haber alcanzado aunque sea una mínima parte de sus sueños, José Mourinho, puede hacerlo.
“Mou” es el modelo perfecto del éxito sobre el juego bonito. Es conocido por su obsesión de conseguir la victoria a cualquier precio, poniendo en práctica la frase: “El fin justifica los medios”.
No cabe duda que la memoria es corta y más en un negocio como el fútbol. El declive tocó a la puerta sin que mediara algún tipo de contemplación, el fin de un ciclo se hizo necesario, nada nuevo en este deporte donde hasta el mayor de los sueños termina en la ruleta de la vida, donde el glorioso pasado no garantiza la tranquilidad del presente.
La inminente salida del dos veces nombrado mejor entrenador de la Liga Premier era un hecho, sólo era cuestión de que surgiera un pretexto como el empate en Stamford Bridge ante el Rosemborg en la Liga de Campeones.
Sin duda este hombre dejo recuerdos inolvidables a la afición “blue”, tanto en la mente de cada aficionado del Chelsea, como en los archivos y estadísticas de La Liga Premier de Inglaterra.
Quizá dejó pendiente su mayor capricho, llevarse la “Orejona” y consagrarse campeón de Europa con el Chelsea, ya que en dos ocasiones se quedó en la antesala de la final cayendo ambas veces frente al Liverpool.
“Mou” es uno de esos personajes que no se olvidan, es de aquellos que despiertan amores y odios en partes iguales. Cuando una personalidad como la de José está de por medio, la división de opiniones surge de inmediato.
Hay quienes se quedarán con las alegrías que este entrenador dio a lo largo de su etapa y habrá otros que siempre critiquen el egocentrismo, el mal humor y los últimos resultados en la Liga de Campeones.
Las dos posiciones tienen algo de razón, teniendo en cuenta que en poco tiempo nadie consiguió tantos logros en el club y por otro lado porque fue incapaz de alzar el trofeo más codiciado de Europa con una plantilla millonaria.
A final de cuentas cada parte tiene que seguir su camino en la búsqueda del progreso, Mourinho debe aprender de los errores y asimilar que el despido es parte de los riesgos que se asumen como director técnico y el Chelsea vivirá una etapa de reestructuración, misma que requiere dejar muy en claro que la institución siempre está por arriba de cualquier personaje.
Sólo nos queda esperar el futuro de este prodigioso conocedor del fútbol, donde seguramente su próxima parada será un club grande, o porque no emprender un nuevo reto como entrenador de una Selección Nacional.

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